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Nebulización

La nebulización, conocida erróneamente como aerosol, se genera con un sistema Venturi de gas a presión que arrastra una solución líquida del medicamento en forma de niebla. El flujo gaseoso se puede generar desde el circuito hospitalario de oxígeno o de aire medicinal, o de los mismos gases, en una bala a presión. A nivel domiciliario se genera desde compresores eléctricos de diversos tipos, algunos de ellos portátiles y con batería recargable.

Sus indicaciones son tratamiento de crisis asmática y exacerbaciones de EPOC en servicio de urgencia o como rescate en ámbito domiciliario en menores de cinco años, en discapacitados psíquico y ancianos con deterioro cognitivo. Destacar que la mayoría de los ancianos pueden hacer perfectamente otra técnica inhalatoria. 

Frente a los inhaladores presurizados, los inhaladores mediante nebulización, presentan algunas ventajas: 

  • Es óptimo  para pacientes con deterioro cognitivo con total falta de coordinación con dispositivos inhalados
  • Ideal para pacientes muy disneicos, es también la terapia de preferencia
  • En niños menores de cinco años si se quiere evitar el uso de cámaras inhalatorias por voluminosas, precisar una limpieza diaria y aumentar el espacio muerto respiratorio.