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1982-1998

Voz en off: Pedro Quevedo Iturbe

Secretario general en ese periodo

Transcripción íntegra del vídeo

Los años entre 1982 y 1998 son, o fueron, una etapa larga, interesante y fructífera en la que nos tocó defender los intereses del conjunto de la profesión médica en una etapa especialmente convulsa.

Etapa en la que surge el lamentable fenómeno de los médicos en paro, en la que creo que, desde el Colegio de Médicos, conseguimos liderar la defensa de ese movimiento, hasta el punto que la Organización Española del Médico en Paro estaba dirigida realmente desde el Colegio de Médicos de Las Palmas, que no es poca cosa.

La comprensión de los compañeros de otras épocas que no habían conocido ese fenómeno lamentable, fue determinante en conseguir una tan larga etapa con gente tan bien avenida.

Cambia en aquella época radicalmente la legislación en el estado español, de forma que la Ley General de Sanidad es del año 86, y la intervención sobre lo que de ahí se derivase será enormemente importante para la defensa de la práctica profesional, que es lo que, de la dignidad de la profesión, que era de lo que se trataba. Fue menos sencillo de lo que parece, hicimos un gran esfuerzo en intervenir, lo mismo que en la creación del Servicio Canario de Salud.

Me acuerdo tener que ir unas cuantas veces a la Presidencia del Gobierno a explicarles que el colegio profesional es una figura determinante para la defensa, no de los médicos, que también, de la defensa del ejercicio profesional, de la dignidad del ejercicio profesional. Fue una época tan convulsa porque era evidente que el sistema sanitario estaba caduco y nosotros podíamos hacer una cosa: quedarnos sólo en una defensa corporativa, escondidos, en lo nuestro, o decidir salir a la sociedad.

Nosotros en aquel momento nos embarcamos en la reforma profunda de la sede colegial, que, básicamente, es lo que es hoy, con los cambios que impone la modernidad.

El desarrollo equilibrado en áreas de la asistencia sanitaria y la correspondiente dignidad, en el Pino estaba clara, pero en el Insular… Vamos a ver, el Insular provenía de una decisión profundamente errónea que nos hizo a los canarios pagar la sanidad dos veces, que era el Cabildo se ocupaba de un hospital como el Insular. Esto no era posible, aquel desastre. La incorporación del Hospital Insular al Sistema Nacional de Salud y al Servicio Canario de Salud fue la salvación del Hospital Insular.

Y después venía lo siguiente, es decir, si el área norte tiene un hospital absolutamente emblemático, como es el Negrín, el área sur tiene que tener lo mismo. Entonces yo creo que el complejo Materno Insular, bueno, yo recuerdo manifestaciones, de estar la junta directiva del Colegio de Médicos, con todos nosotros a la cabeza delante de lo que era el Materno Infantil, advirtiendo que esto no podía ser. El Colegio se implicó absolutamente en este tema. Es que no se podía ejercer con dignidad la profesión en aquellas condiciones.

La Atención Primaria adolecía de la palabreja de la que muchas veces se abusa, es decir, que era tercermundista. Pues sí, era tercermundista, eso de que la gente retirase un numerito, los médicos teníamos dos horas para atender lo que hubiese, alguien tocaba una campanilla para que pasase al siguiente... una cosa catastrófica.

La Ley General de Sanidad, y por eso fue determinante, entre otras cosas, introduce un modelo en España, que es el modelo de Atención Primaria de salud. Esto significa colocar a la Atención Primaria en el nivel de dignidad, de nuevo, que correspondía, pero también de eficacia. No era posible jugar el papel que tenía que jugar la mal llamada medicina general para serle útil a la gente y al propio sistema sanitario.

Por tanto, eso fue una auténtica revolución. Claro, cambiar de un cuartucho a cambiar un centro de salud como debe ser, con sus historias clínicas, con el trabajo ordenado de los profesionales, en fin, era cambiar de un Seat 600 a un Rolls-Royce, que fue exactamente lo que ocurrió.

Creemos que, modestamente, también ahí hicimos una aportación muy relevante en esta cuestión. Esto estaba muy relacionado además con acabar con el fenómeno de determinadas situaciones con los médicos, aquel fenómeno de los médicos en paro, estaba relacionado. No es que sobrasen médicos, es que faltaba sistema. El sistema se empieza a desarrollar de verdad con el movimiento en el plano la Atención Primaria y, por lo tanto, en el mayoritario, con la creación de los centros de salud.

Esa lucha por conseguir que el Negrín fuese una realidad, fue una lucha larga, muy larga. El Pino estaba exhausto, tenía un nivel médico alto en un lugar absolutamente inadecuado. Allí se hacían maravillas. Precisamente, esa es una buena conexión entre esta etapa y aquella, porque Pedro Cabrera fue uno de los grandes luchadores por la consecución del Negrín, y este Colegio se implicó a fondo en ese logro desde la óptica no sólo del bienestar de los médicos, sino de la dignidad del ejercicio profesional. No era posible ejercer la profesión de una forma adecuada en las condiciones que tenía aquel hospital. El Hospital había estado dimensionado para una población diez veces menor de la que tenía realmente ya la ciudad.

La consecución del Negrín es uno de los logros más relevantes que ha tenido la sanidad canaria, y yo creo que nos podemos preciar de, como colegio profesional, apretamos y apoyamos todo lo que fue posible.

En aquella junta directiva había mucha amistad intergeneracional, que hoy se mantiene. Tengo que decir con orgullo que se hablaba de todo, lo cual es muy importante, porque había que sacar a la profesión a la sociedad. Este, creemos que es el sentido profundo, junto con la deontología profesional, que dan sentido a un colegio profesional para hacer algo más que la defensa exclusiva de los colegiados.

Yo creo que aquella implicación le dio una perspectiva nueva a mucha gente de por qué un colegio profesional era necesario. Y eso nos permitió evitar que la legislación canaria le diese un golpe de muerte a los colegios profesionales, que es lo que hubiese ocurrido si no hubiésemos intervenido, porque si se habla de colegiación, si la colegiación obligatoria o no… El término obligatorio parece muy negativo, pero hay una cosa que verdad, o es obligatoria o cómo tienes tú realmente la posibilidad de defender el conjunto de los intereses de la profesión. Era imposible hacerlo de otro modo. Así que yo creo que en aquel tiempo, de lo que estábamos hablando era de cuál era el papel que debía jugar un colegio profesional en la sociedad, y yo creo que se consiguió de una forma razonable.

Fue una figura determinante Damián Hernández, que lamentablemente no está entre nosotros. Damián entendió perfectamente la necesidad que había de un acuerdo intergeneracional. Entender los nuevos problemas de los nuevos profesionales, que con niveles de formación altísimos, estaban sometidos incluso a situaciones de explotación, si no los hubiésemos defendido, por las peculiaridades del mercado de trabajo, que después se demostró erróneo. No sólo no sobraban médicos, sino que en realidad faltaban.

Creemos que esos 14 años de historia del Colegio de Médicos de Las Palmas, son una pequeña parte de esa larga historia que ha mantenido viva tanta gente de la que creo que, legítimamente, nos podemos sentir razonablemente orgullosos.