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Juan Letang

 

 

 

De sus 40 años de profesión, el cirujano Juan Letang trabajó 35 en los quirófanos de Fuerteventura, incluidos los de la antigua clínica Virgen de la Peña. Junto con Guillermo Sánchez (director y anestesista) y el ginecólogo Santiago Santander, suplieron con ganas y denuedo las carencias sanitarias y asistenciales de los años 80.

Fue director médico y gerente del Hospital General de Fuerteventura. Junto con el médico majorero Guillermo Sánchez, no se entiende una sanidad en la Isla sin ellos. 

Ha sido vocal de la Junta Directiva Colegio durante más de 28 años y continúa con ilusión en el cargo. Ha defendido la profesión en Fuerteventura con tres presidentes diferentes. 

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En esta entrevista habla sobre fueron sus inicios y el enamoramiento con la isla nada más llegar, un 15 de agosto de 1980. Juan Letang, natural de Cádiz, seducido por Fuerteventura dejó atrás una plaza fija de urgencias en La Macarena de Sevilla.   

El flechazo del cirujano con la isla se consolidó durante la primera entrevista con el director y anestesista de la antigua clínica Virgen de la Peña, Guillermo Sánchez Velázquez. El empuje, su determinación y el entusiasmo le produjo una sensación extraordinaria, comprendiendo enseguida que no iba a ser una estancia de unos pocos años, sino que me quedaría.   

Atesora un sinfín de anécdotas en la adversidad y precariedad. Relata las dificultades para trasladar a principios de los 80 a un enfermo a Las Palmas de Gran Canaria, había que hacer más de cuatro llamadas de teléfono: a la Delegación de Gobierno para que a su vez contactara con el Ejército y enviara un avión militar desde Gando y después con la Guardia Civil. Cuando finalmente aterrizaba el aparato, lo hacía sin médico y allí se veían en la obligación de acompañar al enfermo y volver al día siguiente, dejando desatendido su puesto.   

Analizó la evolución de la sanidad de la isla desde octubre de 1982, que se inauguró el actual Hospital General, en el que destaca que fueron tiempos “muy arriesgados, muy comprometidos y de mucha responsabilidad”. 

Médicos que dejan huella